viernes, 12 de marzo de 2010

CORREO DE LOS CARRAPAS No 90

Volvió el Correo de los Carrapas de Wadis Echeverri, cuánta falta nos hacían. Veinte años, ciento ocho ediciones. Presencias: María Mercedes Carranza, Descanse en paz la guerra, más poesía menos policía, José Luis Díaz Granados, Wadis Echeverri, Melibea, Resfa Loaiza, Gloria A., Patricia Lara, Mónica Acevedo, Federico Díaz Granados, Anabel Torres, Ómar Ortiz, Dora Castellanos, Otto Morales Benítez, Jorge Ariel Madrazo. Una odisea es la vida y una wadisea la poesía.



miércoles, 10 de marzo de 2010

DE CARONTE A TIMONEL DEL BIGUEL

-Sobre la transición de la lectoría en papel a la lectoría en internet-

Nada ha cambiado de los tiempos del papel a los del internet en la relación entre el poeta y la lectoría. Tu poema publicado en la revista de quinientos ejemplares gozaba de difusión excedente si alguien la prestaba o lo difundía a través de fotocopias, excepto que se diera el milagro de que otro medio lo reprodujera.Tu poema publicado en internet sólo será leído por desconocidos si alguien o algo lo sugiere y da señas para su búsqueda en Google. De todos modos ahí está, esperando a que llegues o a que sepan que hace mucho llegaste.

La probabilidad de que los otros seis mil millones de potenciales lectores se encuentren con nuestro poema virtual recorre el mismo azar que el del tropiezo a dos metros de distancia de la mirada oscura de una chica estrato cero con la azul de un chico estrato cien. Al Estadio entran por puertas opuestas, él a preferencia, ella a sur. Ella vacaciona en Pereira donde una tía en Cuba, él en Amsterdan, por base el lujoso apartamento de su padre. Debían amarse pero nunca se encontrarán. O tal vez sí, algún día, cuando ella arruinada por la falta de oportunidades se convierta en su empleada doméstica, incapaces los dos de leer en una mirada las odiosas trampas del destino. Nuestros lectores seguirán siendo los colegas, los clientes, los pacientes, los alumnos, los conocidos, los familiares, los vecinos, que de todos modos nos abandonarán si no fungimos como personas y artistas convencionales en quienes ellos ven su reflejo. Los Lautremont, los Hikmet, los Bukovski, merecen nota aparte.

Un amigo adquiría el libro de poemas, a los días le lanzaba la pregunta por su contenido y lo veía diluirse en generalidades, me gustó mucho, tiene madera, muy interesante, lo felicito, sugerencia de que descansaba intonso en algún rincón de la casa, si no lo había tirado a la basura, hecho donativo para algún subordinado o compañero analfabeta estético o la biblioteca del colegio del hijo, poseedora de un estante de escritores caldenses que nadie leía, entre otras razones por su menosprecio de la realidad cercana y de lo nuevo. Sólo ha cambiado la forma de la dificultad, saben que escribes, la ortografía de tu nombre, que basta un clic del mouse para hallarte y sin embargo rara vez te dan la oportunidad de hablar. Igual que antes el círculo vicioso de para que te lean debes tener nombre pero no tendrás nombre si no te leen.

En los tiempos del papel era difícil hacerse a un nombre por las pocas publicaciones, porque el espacio para la poesía se empequeñecía cada vez más en los rincones, porque había tantos esperando turno, porque todo el número lo dedicaron a la muerte de tal o a tal evento, porque... En internet sucede atrozmente lo contrario, hay en la red tanta oportunidad, pero tanta, que tu poema puede contar con su propia Amazonía para ser arrojado como moneda, medalla votiva o neurona, que lejos de la antigua incertidumbre impuesta desde afuera, te debates en las marejadas de decenas de incertidumbres interiores propias.

Lo normal es que quien hubiera tenido lectores en los tiempos del papel los continúe teniendo en tiempos de internet, aunque surgen casos en que la apariencia no puede sostenerse más. A algunos de los que por privilegio y monopolio aparecían en los tiempos del papel nada les garantiza la lectoría en internet y deberán pelear como soldados rasos por ella o dar el paso al lado. A muchos que el papel les negaba la oportunidad de publicar, el internet les brinda la oportunidad de combatir de igual a igual, o dicho de otra manera, a quienes el papel les negó el puesto de Caronte, el internet les otorga el de timonel del Beagle.

© 2010 Flóbert Zapata

lunes, 8 de marzo de 2010

LA VIDA SONREÍDA

En La muerte sonreída (La Patria 11.01.10), ejemplo de cómo se escribe un buen artículo, José Jaramillo Mejía hace fresca mención de Ataúd tallado a mano, libro que recomienda a quienes les falta claridad, les sobra miedo frente a la muerte o se preparan para ella.

Que el miedo a la muerte inmoviliza lo prueba una sencilla mirada a los sobrevivientes de nuestra sociedad homicida.

Que no se comprende la muerte lo corrobora el hecho de que la hayamos aupado como nuestro primer tabú.

Si algunos se preparan a “bien morir” lo consiguen porque escapan a los cánones del medio y se refugian en oriente, ya sea en directo o a través de autores occidentales.

Pero también, sobre todo, se establece contacto con la realidad de la muerte para bien vivir, lo cual no es posible en la negación.

Me gustaría vivir al frente o enseguida de un hospital, una clínica o una funeraria para no caer en el olvido o el quite.

Las funerarias como antesalas de las tabernas, las escuelas en el centro de los cementerios, no son malas ideas para recuperar la humildad cuando la fe se torna soberbia.

Oriente lo sabe: vive mejor quien aprende a comer frente al amado cadáver. En las inmersiones en el Ganges para borrar pecados los cuerpos hindúes establecen contacto con la ceniza de las cremaciones arrojadas a él.

La cultura occidental obra a contravía como bien lo condensa Albert Camus en esta frase de Mersault, protagonista de El extranjero, en la última página: ¿Qué importaba si acusado de una muerte lo ejecutaban por no haber llorado en el entierro de su madre?

Con el solo título de su opúsculo La vida sonreída-Doce sonetos para leer después de muerto, y hay mucho más adentro, la jovial mente de José Jaramillo nos recuerda que leer o escribir sobre la muerte establece un acto neutro en sí mismo al que no se le puede achacar culpa de nada negativo, al igual que el borracho que mata a su mujer no lo hace por el alcohol sino por el odio y la confusión que lleva dentro.

La semana pasada Luz Stella Idárraga reventó en carcajadas leyendo los cuatro poemas de Ataúd tallado a mano publicados en Xicoatl. Me alegré, le dije que gozaba de buena salud, que el que leyendo ese libro se deprimiera estaba enfermo.

© 2010 Flóbert Zapata

domingo, 7 de marzo de 2010

REVISTA XICOATL DESDE AUSTRIA


Desde Austria, cara en alemán y sello en español, circula planetariamente la edición número 90 de de la revista Xicoatl, de la asociación Yagé y bajo la dirección de Luis Alfredo Duarte Herrera.

A pesar de 19 años de existencia yo no conocía el importante trabajo que realizan “pro arte, ciencia y cultura latinoamericanos”. Sabíamos más antes que no sabíamos nada que ahora, el internet no logra desanimar nuestra tradición de islas felices de serlo. ¿Cuándo vamos a bajar de la metafísica y buscar para nuestra obra un lugar en la tierra? La primera condición unirnos, aprender a danzar en comunidad, lo que hace tan bien Xicoatl.

De primero encontramos un ensayo del argentino, escritor y crítico de cine Guadi Calvo (1955) sobre Marta Rodríguez y Jorge Silva: “los pioneros del cine documental antropológico colombiano”, quienes “conforman el eje central del documentalismo de su país y sin duda se han constituido en un clásico del género en América Latina”. A pesar de lo cual la admiración les llega de Europa y no de aquí, donde reciben trato de extraños.

Luego vienen cuatro poemas de Flóbert Zapata (Filadelfia, Colombia, 1958), de su libro Ataúd tallado a mano.

A los que siguen otros cuatro poemas de Jorge C. Padrón, de La Habana, Cuba.

Y tres narraciones del escritor y cantautor español Amado Storni

Para cerrar con cinco poemas del austríaco Hubert Tassatti.

Hermosos siempre los caminos de la poesía.

LA GRAN POESÍA ARGENTINA EN LA RADIO

LILIANA CHAVEZ
CONDUCE
"LUNA DE PAJAROS"
LUNES DE 21 A 22 HORAS – 7.00 DE LA NOCHE HORA COLOMBIANA
RADIO ACTIVA FM. 105.9 DEL DIAL
POR INTERNET: www.activa105.com.ar

Compartiremos la luna con
la poeta cordobesa

OLGA CABRERA LADU

E-mail: lunadepajaros@gmail..com
Teléfono de la radio: (0351) 4519712
Celular: 0351-155644963
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