© Flóbert Zapata febrero del 2012
lunes, 27 de febrero de 2012
AL MALO LE DAN PALO. Flóbert Zapata
lunes, 13 de febrero de 2012
LA ÚLTIMA ESTACIÓN DEL EGO. Por Flóbert Zapata
A Ovidio Ospina
Yagé, la última estación del ego. Se baja, mira partir al tren que se deslíe, sabe que las maletas etéreas están en sus bodegas y las deja, sonríe beatífico, iluminado, libre, un átomo más en el vasto universo. Camina hacia el lugar donde el espíritu despierto no siente hambre ni frío ni calor ni sufrimiento, en busca del terror de la belleza. Ya no le teme a la palabra dios.
Manizales, lunes13 de febrero del 2012
© Flóbert Zapata febrero del 2012
viernes, 10 de febrero de 2012
CAJERITA. Por Flóbert Zapata
La bella por joven, desconocida, neutra mujer de la caja contigua a la droguería de Mercaldas de Las Palmas me dijo "Buenos días" y comenzó a registrar mis productos, “¿Tarjeta de puntos?”, “No”. Su mirada garantizaba que no se iba a enojar, así que le hice serio la broma que Hernando Salazar Patiño hace dejándole por el camino migas de pan a la sonrisa.
─¿Qué hay de aquel, todavía seguís con él?
No contestó nada.
─Vos querés mucho a ese hombre, ¿no? Te hace sufrir pero no lo dejás.
─…
─Toma mucho trago y es mujeriego pero no lo dejás, lo querés demasiado.
La sentí pensativa, sorprendida, lista para la superstición.
─¿Y usted cómo sabe?
Quería continuar pero no tenía tiempo. Hubiera creído cualquier cosa que inventara por inverosímilitud que afligiera. El cerebro vibra ante el engaño, por eso vamos a cine y caemos en el antisueño americano.
─Todos los hombres somos así.
Se decepcionó de mi racionalidad. A las dos cuadras pensé en otro final: recomendarle El túnel de Sábato. Comprendería en la última página que también las mujeres, quizá más ellas porque la amamantan, todos los latinoamericanos, padecemos la neurosis sadomasoquista, ilusión del amor eterno que nos destrozará tarde que temprano.
Pasadas ocho horas, cuando esto escribo, recuerdo la expresión matrimonio sindiásmico de El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado pero en estos tiempos los sueños de comunicación no pasan de vacíos, cortos y breves.
Manizales, 10 de febrero del 2012
© Flóbert Zapata febrero del 2012
jueves, 9 de febrero de 2012
HENRY. Por Flóbert Zapata
Pasan tantos muertos que no puedo saber cuáles me pertenecen.
Se levantan, se arreglan, desayunan, encienden motores, saludan corren en tropel huyendo del compulsivo miedo a la miseria, la descomposición,matan, hieren, quitan, sudan, reciben, pagan, ahorran, duermen. Se levantan, se arreglan, desayunan, encienden motores ...:imposible saber cuál se devolverá de la muerte.
Indefenso, impotente, sin entender nada, veo, siento, como me empujan, me derrumban, me pisan, me convierten en una estampilla que el aire, la noche, el calor, la libertad, secan, para que sus trillones de moléculas se subleven, entren por sus narices, se incorporen a su sangre, a su mente, les agreguen mi apellido.
© Flóbert Zapata enero del 2012
OLIMPÍADAS. Por Flóbert Zapata
Sólo los retardados mentales se devuelven y auxilian al competidor caído.
Sólo los retardados mentales se toman de la mano y riéndose llegan juntos a la meta.
Sólo los retardados mentales no juegan a la guerra.
© Flóbert Zapata enero del 2012
jueves, 2 de febrero de 2012
SE DESVELA. Por Flóbert Zapata
El colombiano mata, no se va a la cama sin matar, algo mata.
Mata cuerpos, recuas, ojos, manos, vísceras, células, semillas, huesos, baladas, nubes. Mata sentimientos, autoestimas, ideas, utopías, sueños, memorias, reputaciones, silencios.
Algo mata, no se va a la cama sin matar, el colombiano mata.
Mata con armas, medicamentos, pistolas, herramientas, helados, venenos, patíbulos, pesticidas, limas de uñas, garrotes, bacterias, motosierras, patíbulos. Mata con palabras, gritos, miradas, envidias, hipocresías, chismes, olvidos, discriminaciones,dogmas, escrúpulos, desdenes, intolerancias, orgullos.
No se va a la cama sin matar, el colombiano mata, algo mata.
Mata a la madre, al padre, al pariente, al hijo, al subordinado, al vecino, al colega, al compañero, al amigo, al transeúnte, al desconocido, al extranjero.
El colombiano mata, no se va a la cama sin matar, algo mata.
Mata el excéntrico, al distinto, al que dice la verdad, al que opina, al que disiente, al que aclara, al que sueña, al que siembra.
Algo mata, no se va a la cama sin matar, el colombiano mata.
Mata con premeditación, impúdico, aplaudido, inconsciente, sonámbulo, impulsivo, fanático, fuera de sí, por vicio.
No se va a la cama sin matar, el colombiano mata, algo mata.
Mata la poesía, la vida, el cambio, lo nuevo, la esperanza, la memoria, el canto, la sonrisa.
El colombiano mata, no se va a la cama sin matar, algo mata.
A cambio de monedas, medallas, diplomas, condecoraciones, gratis, en oferta, con descuento, en cómodas cuotas, atento a órdenes oscuras, siguiendo alucinaciones.
Algo mata, no se va a la cama sin matar, el colombiano mata.
De civil, con uniforme, en traje de playa, desnudo, mientras ora, mientras canta, mientras predica, mientras llora, mientras muere, mientras sonríe, mientras trabaja.
No se va a la cama sin matar, el colombiano mata, algo mata, porque o si no se desvela.
Copyright © Copyright © Flóbert Zapata enero 2012